El cáncer, en sus distintas tipologías, se ha convertido en una de las enfermedades que mayor número de muertes provoca al año en todo el mundo, pero a su vez también se ha logrado concienciar a la población para la realización de revisiones frecuentes para lograr una detección precoz y ponerse en tratamiento cuanto antes para evitar que la enfermedad termine por ganar la batalla.
Pero el problema viene principalmente cuando se notifica a la persona su diagnóstico definitivo. En ese momento es cuando generalmente la persona se hunde por completo, y necesita de todo el apoyo psicológico posible que evitar que la persona se sumerja en una profunda depresión y en un estado anímico realmente entristecedor. El apoyo psicológico frente a enfermedades como el cáncer es clave, vital, indispensable para lograr que durante todo el proceso de lucha contra el cáncer, la persona se sienta con fuerzas, se sienta arropada tanto por sus seres queridos como por profesionales psicológicos.
Cuando se diagnóstica una enfermedad tan grave como lo es el cáncer, es muy habitual que los enfermos comiencen a desarrollar depresión, reacciones de ansiedad, alteraciones en la imagen corporal, deterioro de la autoestima, miedo al rechazo, y como es normal, miedo a la enfermedad que se padece. Afrontar situaciones tan difíciles como el cáncer requiere de personal cualificado para mejorar el proceso de lucha contra el cáncer así como el proceso de recuperación.
Tampoco puede descuidarse la salud psicológica de los familiares, ya que es realmente habitual encontrarse con maridos, esposas, hijos, padres, y demás que sufren un calvario hasta saber exactamente como se va a desarrollar la enfermedad de su familiar y si podrá salir adelante. Tanto para unos como para otros, la terapia psicología puede ser de una gran ayuda, ya que las personas atendidas muestran una considerable mejora en su estado anímico, y una visión del problema distinta.
